El euro amanecía con tímidas subidas en la apertura de hoy, con la intención de mantenerse por encima del nivel de 1.29 dólares, tras cuatro días consecutivos de caídas.
No obstante, a media jornada, la divisa europea cambia de signo y cotiza a la baja, por lo que a esta hora opera en 1.2809 dólares, tras abrir en 1.2864.
Aunque el euro haya recuperado más de un 8% de su valor frente al dólar, desde los mínimos reportados a principios de junio, todavía está lejos de sus máximos anuales de enero, cuando superó los 1.45 dólares y se encuentra en el nivel previo a la publicación de los resultados de las pruebas de estrés a la banca europea.
Pese a los buenos datos macroeconómicos publicados hoy en Europa, donde Alemania reportó una tasa de crecimiento histórica y la Eurozona consolidó su regreso a la recuperación, los inversionistas continúan reflejando su desconfianza en la fortaleza de la divisa europea, y es que lo que más preocupa a éstos es que pueda regresar la, aparentemente extinta, crisis de deuda europea.
En concreto, los mercados no están convencidos de la capacidad de los países PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) para reducir sus déficits públicos de manera contundente para alejar cualquier temor sobre su deuda. Pese a que, en las últimas semanas, los bonos de estos países se han relajado bastante, hasta el punto de que el Banco Central Europeo (BCE) no ha necesitado realizar más compras de bonos en mercado y a que, con la ayuda de los organismos internacionales en la creación de un fondo de rescate, ya no se descuenta la probabilidad de impago de ninguno de los mencionados países.
No obstante, eso no significa que se hayan solucionado los graves problemas fiscales de los PIIGS. Los programas de reducción del gasto presentados por sus gobiernos fueron bien acogidos inicialmente, pero ahora queda lo más difícil: llevarlos a la práctica. Y es lo que se va a dilucidar a partir de septiembre, cuando comiencen las negociaciones para elaborar los presupuestos de 2011.
En el caso concreto de España, las dudas sobre la capacidad del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, de acometer los recortes prometidos son todavía mayores ante la poca credibilidad de su plan de ajuste a ojos de los inversionistas. Y es que el pasado martes, el ejecutivo anunció que retomaría los programas de ayuda a las infraestructuras, "dado el buen desempeño de la economía en el segundo trimestre", no sin antes predecir unas peores perspectivas de crecimiento para el tercero.
Por ello los inversionistas temen que España no sea capaz de recortar el gasto todo lo prometido y que el plan de reducción del déficit se quede a medias.
Este hecho, aunado a las mejores perspectivas económicas en Estados Unidos, luego de que el presidente de la Reserva Federal (Fed) anunciara que retomaría la compra de bonos del Tesoro, han impactado en forma negativa la cotización del euro a lo largo de la semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario