jueves, 23 de septiembre de 2010

PIB del segundo trimestre no llenó las expectativas

Expertos coinciden en que el crecimiento de 4,5 por ciento en el periodo abril-junio, no es malo, pero se creía que iba a ser mejor. Se frenan las revisiones al alza. Las perspectivas de un posible freno en la reactivación de la economía colombiana se evidenciaron ayer al conocerse la cifra de 4,5 por ciento de crecimiento del Producto Interno Bruto del segundo trimestre de este año, a pesar de que los analistas esperaban un desempeño superior al 5 por ciento.

Según los expertos, el menor ritmo de dinámica productiva, propiciado por el bajo comportamiento del sector edificador del segundo trimestre (-5,6 por ciento), llevará a los expertos a moderar su optimismo en torno a la evolución del PIB del 2010. De acuerdo con un análisis de Correval, es muy posible que en los próximos días los centros de investigación económica comiencen a revisar a la baja sus pronósticos.
La firma comisionista asegura que lo menos que puede pasar es que, para lo que resta del año, las revisiones al alza finalizarán, debido a que, en teoría, el mejor trimestre de crecimiento debería haber sido el segundo.
Correval dice que "lo acontecido con el crecimiento del PIB en el segundo cuarto del año simplemente confirma que el 2011 tengamos tasas inferiores a las actualmente descontadas por los mercados a nivel global, fenómeno al que seguramente no será ajeno Colombia".
Y ¿qué pasó?
La sorpresa absoluta provino del sector de la construcción (por el lado de la oferta) y de la balanza comercial (por el lado de la demanda) por cuenta de unas exportaciones más débiles a las esperadas y un fuerte crecimiento de las importaciones.
El sector de la construcción fue el único que tuvo una contracción anual en el segundo trimestre, algo inesperado si se tiene en cuenta que los permisos de construcción crecieron más de un 30 por ciento entre abril y junio frente al 11 por ciento en el primer trimestre y que las obras civiles lo hicieron un 6 por ciento.
Según el Dane, el comportamiento de este sector en su conjunto se explicó por la disminución de edificaciones en 16,1 por ciento. El resto de sectores mostraron crecimientos cercanos a los estimados.
De acuerdo con la evaluación hecha por Correval, aunque todavía no se conocen los datos desagregados, se deduce de los generales, que hubo sorpresa en cada uno de los componentes. Por una parte, el consumo total (privado más público) creció un 3,8 por ciento anual, valor que se compara con un 4 por ciento anterior, lo que debe implicar un muy bajo aporte del gobierno (o incluso negativo) considerando que el comercio creció a un ritmo cercano al 13 por ciento.
La sorpresa más significativa fue un aumento de las exportaciones de sólo 1,5 por ciento y de las importaciones 18,8 por ciento.
El segundo semestre sería mejor
Unos mejores resultados de crecimiento para el segundo semestre del año son las expectativas del DNP, teniendo en cuenta que los dos sectores con indicadores más bajos: construcción y agricultura, han tenido un buen desempeño en los últimos meses.
"Las licencias de construcción crecen alrededor del 20%, los préstamos aprobados para compra de vivienda van en 22,5%, los entregados en 18,3. Todo esto muestra un gran despegue del sector", según Gabriel Piraquive, director de estudios económicos del DNP. Esto, sin contar con que la inversión extranjera en el sector minero.

'Si no crecemos más  del 4% no bajaremos la tasa de desempleo'
Pese a que destacó el aumento de la inversión extranjera, que este año va en 18 por ciento, el director de Planeación nacional, Hernando José Gómez. dice que los resultados trimestrales del PIB no lo tienen contento. "Hay que seguir buscando un incremento, sino no vamos a ver una reducción de la pobreza y el desempleo".

¿A qué le atribuye el PIB negativo de la construcción? 
La construcción estaba liquidando sus stop de vivienda y apartamentos y hasta ahora está empezando de nuevo el ciclo ascendente que viene bastante positivo. Vamos a voltear esa cifra, no me extrañaría que sea de dos dígitos al final del año. eso impactaría el empleo urbano. 

Con este indicador, ¿Cuál cree que será el crecimiento del año?
El puntual lo estamos estimando en 4.8, con un rango entre 4.5 y 5 por ciento.

¿Qué tanto le preocupa al Gobierno que a nivel internacional, solo estemos por encima de Chile y Venezuela?
Nos preocupa, porque queremos lograr tasas de crecimiento consistentes, cercanas al 6 por ciento o más. La ventaja es que el proceso de inversión nunca desfalleció. Eso nos va a permitir incrementar la capacidad de producción en los próximos años y nos va a dar espacio de crecimiento.

Hay una brecha grande de crecimiento entre la construcción y la minería. ¿Eso es un síntoma de la enfermedad holandesa?
El gran reto que tenemos es evitar esa situación. El esfuerzo que hacemos, con la reforma a las regalías y con la regla fiscal, va en la dirección de generar un ahorro público que ayude a estabilizar la tasa de cambio y, de esa manera, se logre promover el crecimiento de los sectores transables. La idea es lograr un equilibrio. De ahí la urgencia de la regla fiscal y la reforma a las regalías.

¿Cuánto debe crecer el país para reducir el desempleo?
La inversión extranjera directa viene creciendo muy bien. Este año, el incremento es de 18 por ciento en dólares. Pero necesitamos incrementar nuestra tasa de inversión extranjera a niveles 27-28 por ciento inicialmente, para que nos garantice sostenibilidad del crecimiento del orden del 5 5.5 por ciento anual.

La baja en las exportaciones con Venezuela le quitaron un punto al crecimiento ¿Qué se espera ahora?
El punto no fue en el trimestre, sino en el año. En la medida en que se vayan restableciendo las relaciones, podríamos recuperar una parte de lo que se redujo por el caso de Venezuela. El proceso no es de un día para otro. Es de construcción de confianza.
La cifra: 4.8 por ciento es la proyección del PIB para el año que tiene el director de Planeación Nacional, Hernando José Gómez.

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